¿Quién no ha observado a veces estas figuras?, generalmente monstruosas que están presentes principalmente en las catedrales y también en muchos otros edificios Góticos y Barrocos, llegando incluso al Modernismo posiblemente debido al entusiasmo que a finales del siglo XIX se tenía por el Neogótico. Las Gárgolas son seres más mitológicos que simbólicos, de formas grotescas y retorcidas, la mayoría representando el mal en todas sus fisonomías polimórficas dignas de las peores pesadillas, ¿porque están?, ¿cuál es su función? Arquitectónicamente son desagües ornamentales para evacuar el agua de lluvia y que sobresalen para evitar la erosión de las paredes. Pero no parece que sea ésta su única función; los griegos utilizaban como decoración, un animal consagrado al dios Apolo, llamado Grifo, con cabeza, alas de águila y cuerpo de león que escupía agua por la boca, (de aquí proviene la denominación de grifos y griferías usadas actualmente) pero no fue hasta finales del siglo XII, con el paso del Románico al Gótico, que las catedrales adoptaron las figuras que hoy en día conocemos como Gárgolas, palabra derivada del francés "gargouiller" por el ruido que hacía el agua al salir. Si observamos más detenidamente, no todas las figuras del exterior de una catedral son gárgolas, las encontramos en la catedral de Barcelona, pero donde se pueden observar más es en la catedral de Notre Dame de París, reconstruida en el siglo XVIII por el arquitecto Viollet-le-Duc, firme defensor de la restauración que recupera el estado original del edificio. Estas figuras quiméricas llamadas Apotropaicas del griego "Apotrepein" (alejar), están en posición de vigilancia y con actitud de saltar sobre el intruso, y ahuyentar del templo las fuerzas malévolas. Una superstición muy antigua que aún se mantiene hoy en día, es la de escupir para evitar y contrarrestar los daños que otros nos puedan desear, es una de las interpretaciones del porqué las gárgolas sacan el agua por la boca. Sólo en Barcelona, Norbert Font i Sagué inventarió unas doscientas góticas y sólo, algunas, muy pocas son antropomórficas. En los EEUU a finales de 1990 terminaban las obras de la Catedral Nacional de Washington, y al hacer las gárgolas consideraron que uno de los seres más malvados que en ese momento los atemorizaba más era Darth Vader, el oscuro personaje de la película " La Guerra de las Galaxias" y no se lo pensaron dos veces en colocar su cabeza en forma de Gárgola en la torre Noreste de la catedral.
LA GÁRGOLAS
RVM