La Quimera se refiere a un ser espantoso nacido de Tifón, un monstruo
del mundo submarino y de Equidna mujer serpiente y hermana de las
Gorgonas, se la describe y representa con cabeza de león, cuerpo de
cabrón, y cola en forma de serpiente, a veces con cola de dragón y
sacando fuego por la boca. Como otros seres teratogénicos, es un
símbolo de la perversión compleja.
En la mitología griega, la Quimera fue abatida por el héroe Belerofonte,
príncipe de Corinto montado en el caballo alado Pegasus, que le
facilitaron las musas del monte Helicón, convirtiéndose en el prototipo
precristiano matador de dragones, como fueron posteriormente San Jorge
y San Miguel. Este combate figura en muchas obras de arte y en las
monedas de Corinto, donde utilizaban la Quimera como animal heráldico.
Analizando el símbolo observamos que su significado ha evolucionado
paralelamente a la humanidad. Originariamente representaba las furias
elementales tectónicas. Durante el Renacimiento se decía de la Quimera
que seducía y extraviaba la mente del que en ella se abandonaba, pues
representaba las creaciones imaginativas y afiebradas del subconsciente,
y como ningún otro, describía la frustración de los deseos no cumplidos
que se transforman en exasperación y dolor. Vemos la interpretación que
da Paul Diel en su libro "Le symbolisme dans la Mythologie Grecque",
refiriéndose a la Quimera: sería una deformación psíquica, caracterizada
por una imaginación fértil e incontrolada, y que no podría representar
más claramente la realidad psicológica de las tres formas de perversión
imaginativa, la vanidad simbolizada por la serpiente, la perversión sexual
simbolizada por un chivo, y la social que revela la tendencia a dominar
representada por el león.
Actualmente se utiliza la palabra Quimera desprovista de su contenido
simbólico, haciendo sólo referencia a una falsa idea o ilusión de una
imaginación exaltada. También la ciencia actual llama quimeras a los
animales transgénicos, obtenidos combinando genéticamente diferentes
especies.
LA QUIMERA